Tola
por el No, Maruja por el Sí, y la sombrilla compartida. Por: Tola y Maruja
Tola
y Maruja no han logrado convencer la una a la otra cómo debería votar el
plebiscito. Aquí sus razones para el Sí y para el No.
Distinguidas
enrredadoras,
Soy
un convencido de la guerra: no solamente produce empleos sino que además
controla el crecimiento de la población, de la pobrecía, y obviamente votaré
No. Sin embargo quiero saber cómo votarán ustedes, pues tengo entendido que
andan divididas. ¿Esa diferencia de criterios ha menoscabado su amistad? ¿Creen
que después del plebiscito volverán a ser las mismas comadres?
Atentamente, Valiente Guerra
*
* *
Querido
Valentín,
Por
su letra vemos que prefiere las vocales cerradas y trancadas por dentro. Es muy
cierto: Tola y yo vamos a votar distinto en el plebicito, pero las dos sabemos
que gane la que gane nos toca seguir juntas.
Nosotras
dos no podemos peliar porque la sombrilla es copropiedá y, queramos o no,
tenemos que andar pegadas. Algo parecido nos pasa a los colombianos con esta
votación: resulte el resultao que resulte nos toca seguir compartiendo.
Tola
refunfuña porque le toca acompañarme a las reuniones del No, y sale renegando
quizque porque no ve sino caras largas y ceños fruncidos, como si el No se
pudiera defender sonriendo.
En
cambio yo voy sin chistar a sus marchas del Sí, donde veo puras caritas
alegres, cual emoticones, inocentes de lo que les espera cuando Tirochenko y
sus muérganos se tomen el poder y los pongan a comer física ñola.
Cuando
le alvierto a Tola que si gana el hijuemadre Sí este país se volverá pior que
Venezuela, me contesta toda irónica: Pues querida, entonces pegamos pa
Venezuela.
Y
si le recalco que los maldingos guerrilleros deberían pagar guandoca, me dice:
¿Y vos qué te suplís con que purguen cárcel, ah? ¿Pa que caigan al mismo patio
de los políticos y se acaben de dañar los pobres guerrilleros?
Con
Tola no se puede hablar del No. Yo le machaco que esos tócigos de la guerrilla
no merecen perdón y ella me sale con que deje de ser metida, que ya las vítimas
perdonaron, que a mí no me mataron ni me secuestraron a nadie, que sufre más el
velón que el dueño de la olla...
Le
insisto que esos chusmeros son unos descaraos que no quieren ir a la cárcel
pero sí quieren ir al Congreso, y ella tiene la respuesta lista: Ole Maruja,
tal vez ellos prefieren seguir el conduto regular de los políticos colombianos:
primero el Congreso y después La Picota.
Tola
se las coge en el aire, qué pereza... Cuando le martillo que Santos es un
Judas, ahí mismo revira: Y Judas es un Santo, que se dio la pela por ayudarnos
a redimir.
Muy
maluco dialogar con Tola. Le digo: Ay mija, Santos le va entregar el país a las
Far, y ella me regaña: Maruja ¿vos sos tan aguacate que creés que los ricos de
Colombia van a soltar la mina? ¿Te embobates?
Tola
me saca en cara que no me leí los benditos acuerdos, sabiendo que los uribistas
no tenemos necesidá de leer eso porque creemos en Álvaro, así como ella tampoco
se los leyó porque confía en De la Calle.
Es
carajada discutir con misiá Tola. Está enratonada en hacerme votar por el Sí y
me hace propaganda subliminal: a todo me dice que Sí y hasta me prestó plata.
Está una sedita.
Lo
último que me dijo, pa hacerme sentir mal, fue: Allá vos querida, votá No, pero
me hacés el gran favor y nunca más me volvés a convidar a ver noticieros.
Tus
tías que te quieren,
Tola
y Maruja
Posdata:
Le oímos a un guerrerista romántico: Las guerras son como las mujeres, se ponen
interesantes después de los 50.
Payola:
Tola y Maruja patriotas hablan también del plebiscito: ¿Sí o No? Sábado 24 en
Trementina Artes, Bogotá. Tel: 6953707.
17
SEP 2016 - 9:29 PM. Tomado de elespectador.com
Tola
y Maruja no han logrado convencer la una a la otra cómo debería votar el
plebiscito. Aquí sus razones para el Sí y para el No.
Distinguidas
enrredadoras,
Soy
un convencido de la guerra: no solamente produce empleos sino que además
controla el crecimiento de la población, de la pobrecía, y obviamente votaré
No. Sin embargo quiero saber cómo votarán ustedes, pues tengo entendido que
andan divididas. ¿Esa diferencia de criterios ha menoscabado su amistad? ¿Creen
que después del plebiscito volverán a ser las mismas comadres?
Atentamente, Valiente Guerra
*
* *
Querido
Valentín,
Por
su letra vemos que prefiere las vocales cerradas y trancadas por dentro. Es muy
cierto: Tola y yo vamos a votar distinto en el plebicito, pero las dos sabemos
que gane la que gane nos toca seguir juntas.
Nosotras
dos no podemos peliar porque la sombrilla es copropiedá y, queramos o no,
tenemos que andar pegadas. Algo parecido nos pasa a los colombianos con esta
votación: resulte el resultao que resulte nos toca seguir compartiendo.
Tola
refunfuña porque le toca acompañarme a las reuniones del No, y sale renegando
quizque porque no ve sino caras largas y ceños fruncidos, como si el No se
pudiera defender sonriendo.
En
cambio yo voy sin chistar a sus marchas del Sí, donde veo puras caritas
alegres, cual emoticones, inocentes de lo que les espera cuando Tirochenko y
sus muérganos se tomen el poder y los pongan a comer física ñola.
Cuando
le alvierto a Tola que si gana el hijuemadre Sí este país se volverá pior que
Venezuela, me contesta toda irónica: Pues querida, entonces pegamos pa
Venezuela.
Y
si le recalco que los maldingos guerrilleros deberían pagar guandoca, me dice:
¿Y vos qué te suplís con que purguen cárcel, ah? ¿Pa que caigan al mismo patio
de los políticos y se acaben de dañar los pobres guerrilleros?
Con
Tola no se puede hablar del No. Yo le machaco que esos tócigos de la guerrilla
no merecen perdón y ella me sale con que deje de ser metida, que ya las vítimas
perdonaron, que a mí no me mataron ni me secuestraron a nadie, que sufre más el
velón que el dueño de la olla...
Le
insisto que esos chusmeros son unos descaraos que no quieren ir a la cárcel
pero sí quieren ir al Congreso, y ella tiene la respuesta lista: Ole Maruja,
tal vez ellos prefieren seguir el conduto regular de los políticos colombianos:
primero el Congreso y después La Picota.
Tola
se las coge en el aire, qué pereza... Cuando le martillo que Santos es un
Judas, ahí mismo revira: Y Judas es un Santo, que se dio la pela por ayudarnos
a redimir.
Muy
maluco dialogar con Tola. Le digo: Ay mija, Santos le va entregar el país a las
Far, y ella me regaña: Maruja ¿vos sos tan aguacate que creés que los ricos de
Colombia van a soltar la mina? ¿Te embobates?
Tola
me saca en cara que no me leí los benditos acuerdos, sabiendo que los uribistas
no tenemos necesidá de leer eso porque creemos en Álvaro, así como ella tampoco
se los leyó porque confía en De la Calle.
Es
carajada discutir con misiá Tola. Está enratonada en hacerme votar por el Sí y
me hace propaganda subliminal: a todo me dice que Sí y hasta me prestó plata.
Está una sedita.
Lo
último que me dijo, pa hacerme sentir mal, fue: Allá vos querida, votá No, pero
me hacés el gran favor y nunca más me volvés a convidar a ver noticieros.
Tus
tías que te quieren,
Tola
y Maruja
Posdata:
Le oímos a un guerrerista romántico: Las guerras son como las mujeres, se ponen
interesantes después de los 50.
Payola:
Tola y Maruja patriotas hablan también del plebiscito: ¿Sí o No? Sábado 24 en
Trementina Artes, Bogotá. Tel: 6953707.
17
SEP 2016 - 9:29 PM. Tomado de elespectador.com
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