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JUN 2016 - 9:00 PM. www.elespectador.com
Dice Juan Manuel Santos
“Nadie
quiere regresar a la guerra que teníamos cuando empecé mi gobierno”: Santos
El presidente de la
República despeja dudas sobre las reglas de juego para el cese de hostilidades pactado
con las Farc. Pide al uribismo subirse al bus de la paz y fustiga al Eln.
Por: Élber Gutiérrez
Roa y Marcela Osorio Granados
En Twitter: @elbergutierrezr /@marcelaosorio24
La noticia de la
suscripción de un acuerdo para el fin del conflicto entre el Gobierno y las
Farc, quizá la más importante del último medio siglo en el país, le llegó en la
noche del martes al presidente Juan Manuel Santos. Ese mismo día por la mañana
habían viajado a Cuba los negociadores para darle la puntada final al pacto que
cierra los detalles sobre el cese de hostilidades bilateral y definitivo, el
funcionamiento de las zonas de concentración, el procedimiento para la dejación
de armas y las garantías de seguridad.
Santos ha estado
pendiente hasta del más mínimo detalle en las negociaciones y sabía que ese día
se lograría el acuerdo. Lo recibió entusiasmado, pero con mucha prudencia, en
compañía de un muy pequeño círculo de colaboradores, con quienes debatió el
asunto hasta la madrugada del miércoles. A las 9:00 a.m. de ese día en La
Habana se confirmaba la trascendental noticia.
¿Qué significa para
usted lo que pasó el jueves con la firma del acuerdo sobre el fin del
conflicto?
Es un momento
histórico. Es el fin de la guerra con las Farc. Y, sobre todo, se abre una
nueva esperanza para Colombia.
¿Por qué la presencia
conjunta por primera vez del Presidente de la Asamblea General, del Consejo de
Seguridad y del Secretario General de las Naciones Unidas y de tantos jefes de
Estado?
Porque el tipo de
acuerdos que hemos logrado son novedosos y están sentando precedente para
solucionar otros conflictos armados. También por la importancia que tiene
terminar el último conflicto armado del hemisferio, con la más antigua y
poderosa guerrilla.
¿Cómo le contaron la
noticia del acuerdo el miércoles en la madrugada?
Yo he estado al
frente de cada paso de este proceso desde el primer momento. Sabía que íbamos a
llegar a acuerdos muy pronto. Por eso le pedí el martes a los negociadores del
Gobierno que aceleraran el paso y cerraran el punto 3. Lo lograron y me
comunicaron el acuerdo el martes en la noche.
El primer gran tema
de los acuerdos es el cese al fuego bilateral. En él le dejan a la misión de la
ONU liderar el monitoreo y verificación ¿Qué características tendrá esa misión?
Las mismas de
monitoreo y verificación que han tenido en otros procesos de paz, pero sin
presencia de militares armados de otros países. La seguridad corre por cuenta
de nuestras propias Fuerzas Armadas. Serán unos 500 observadores de distintos
países amigos, incluyendo varios europeos.
¿En la práctica, qué
es lo que hace diferentes los ocho campamentos establecidos de las 23 zonas
veredales transitorias de normalización?
El tamaño. Los puntos
campamentarios tendrán una extensión de 200 X 200 metros, mientras las zonas
veredales tendrán el tamaño de una vereda, o menos. En lo demás,
funcionamiento, controles y seguridad, son iguales. Serán sólo 23 veredas de
más de 33 mil que tiene el país.
La seguridad en las
zonas de ubicación va a ser el gran desafío inmediato para el proceso. ¿Qué tan
tranquilo puede estar el país al respecto?
Muy tranquilo. Hay
protocolos muy precisos y estrictos sobre la seguridad dentro y alrededor de
las zonas. Cada una tendrá un cordón de seguridad de un kilómetro y, a partir
de ahí, rodeando cada zona, estarán nuestros soldados y policías. La seguridad
interna estará a cargo del sistema de monitoreo y podrá entrar nuestra Fuerza
Pública en caso de ser necesario.
¿El acuerdo final se
firma el 20 de julio? ¿O cuánto más cree que se puede demorar la firma del
acuerdo definitivo?
No hay fechas
establecidas. Lo que acordamos fue terminar el proceso lo más pronto posible.
¿Qué hacer con los
otros actores del crimen organizado? ¿Cómo enfrentar a los paras y las bacrim?
Hay que seguir
enfrentándolos con toda la firmeza y determinación, tal y como las hemos venido
combatiendo. Llevamos más de 1.650 miembros de estas organizaciones, incluyendo
varios cabecillas, capturados, dados de baja o que se han sometido a la
justicia en lo que va corrido del 2016. Uno de los acuerdos del jueves fue
precisamente unas garantías adicionales de seguridad contra estas
organizaciones.
La paz es un ideal
común. ¿Cómo convencer al uribismo y al expresidente Andrés Pastrana, quienes
son escépticos frente al proceso con las Farc?
Nada me gustaría más
que ellos dos, que tanto quisieron lograr la paz, se subieran al tren. Estoy
seguro de que, cuando se publiquen todos los acuerdos y se den cuenta de que no
le estamos entregando el país ni al narcotráfico ni al comunismo, se darán
cuenta de que este es uno de los pasos más trascendentales y convenientes en la
historia de Colombia.
¿Qué pasa si el
pueblo vota no en la refrendación de los acuerdos?
Estoy convencido de
que eso no va a suceder, porque nadie quiere regresar a la guerra que teníamos
hace 6 años, cuando empecé mi gobierno.
¿Fue equivocación o
estrategia que en sus discursos recientes hablara de la guerra urbana que
prepararían las Farc, o los impuestos para la guerra si gana el no?
No fue ni
equivocación, ni estrategia, ni mucho menos amenaza. Es sencillamente una
realidad. Es lo que ha sucedido siempre en el pasado cuando se rompieron los
procesos de paz: se recrudeció la guerra.
¿Cómo hicieron para
que las Farc terminaran reconociendo la institucionalidad de la Corte Constitucional,
la Policía y la Fiscalía?
Desde el principio
puse unas líneas rojas para la negociación y ninguna la hemos cruzado. Es un
éxito de esta negociación que las Farc hayan reconocido nuestra
institucionalidad. De eso se trata un proceso de esta naturaleza.
¿Por qué no despega
el proceso con el Eln? ¿Cuál es la estrategia ahora con ese grupo guerrillero?
Si renuncian al
secuestro y liberan a los secuestrados que tienen, la fase pública del proceso
podrá comenzar.
Al país le preocupa
mucho el asunto de la continuidad en las políticas de paz. ¿Cómo blindarse para
que su sucesor no adopte medidas contrarias a lo acordado con las Farc?
Precisamente lo que
contiene el acto legislativo que aprobó el Congreso es la garantía de que el
Estado cumplirá su palabra.
¿Cuáles serán las
reglas de juego para que los 60 miembros de las Farc, autorizados para hacer
labores políticas, se puedan mover por todo el país durante la vigencia de las
zonas de ubicación?
Los que salgan de las
zonas tendrán que ir desarmados y acompañados en todo momento por el sistema de
verificación de Naciones Unidas y sólo para hacer pedagogía, no política.
¿Qué posibilidad
existe de que los miembros de las Farc terminen integrando algún tipo de fuerza
de seguridad estatal? ¿Qué tal una gendarmería?
No está contemplado.
¿Cómo va a quedar
incluido el posconflicto en la reforma tributaria estructural que va a
presentar en la segunda legislatura?
La reforma tributaria
no tiene nada que ver con el posconflicto. Es una reforma estructural que el país
está en mora de aprobar, con o sin posconflicto. El objetivo es doble: tener un
sistema tributario más simple, más eficiente y equitativo, y garantizar la
continuidad de nuestros programas sociales, de inversión y de empleo.
Usted dijo que con la
guerra hay más impuestos. ¿Ahora que se firmó el fin del conflicto, cambian sus
cuentas sobre lo que se debe incluir en la reforma tributaria?
Lo que dije, frente a
una pregunta sobre si por culpa de la paz íbamos a subir los impuestos, fue que
la guerra siempre es más costosa que la paz.
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