20
JUN 2016 - 9:00 PM. www.elespectador.com
Sanders, Corbyn e
Iglesias. Por Daniel García-Peña
Bernie
Sanders, Jeremy Corbyn y Pablo Iglesias son tres dirigentes muy distintos entre
sí, de diferentes países y con condiciones políticas disímiles. Pero los tres,
cada uno a su manera, le están dando importantes lecciones a las izquierdas.
Mucho
se escribe (con razón) acerca de la derechización de las derechas. Tanto Trump
en USA como la campaña del Brexit en el Reino Unido se alimentan de la
xenofobia y el racismo. Pero mientras la extrema derecha desplaza a la
centro-derecha, vale la pena mirar también qué está pasando del centro hacia la
izquierda.
El
Partido Demócrata en USA, el Partido Laborista en el Reino Unido y el PSOE en
España, con sus especificidades, tienen raíces socialdemócratas.
En
los años treinta, Franklín Roosevelt refundó el Partido Demócrata con el New
Deal, estableciendo los cimientos del estado del bienestar. En los cuarenta, el
Partido Laborista, bajo Clement Attlee, nacionalizó las industrias y estableció
el NHS, el servicio nacional de salud. Y el PSOE nació luchando contra el
franquismo y se consolidó como pilar de la transición hacia la democracia.
Pero
con el trascurrir del tiempo, cada uno se fue deslizando hacia el centro. En
los noventa, Bill Clinton llevó al Partido Demócrata al poder, dejando intacto
el neoliberalismo reaganiano. Tony Blair haría algo similar, redireccionando al
Partido Laborista hacia la “tercera vía”. Y el PSOE, entre Felipe González y
Zapatero, se convirtió en el partido del establecimiento. En los tres casos, se
posicionó la idea de que ser “demasiado de izquierda” quitaba votos.
Por
eso, Sanders, Corbyn e Iglesias son claves.
Sanders,
el auto-proclamado socialista de Vermont, demostró que un discurso marcadamente
progresista –cambio clímatico, salud universal, contra Wall Street- puede movilizar
mucha gente hacia las urnas, obligando a Hillary Clinton a asumir posiciones
más de izquierda. Su movimiento, mayoritariamente de jóvenes, será fundamental
para derrotar a Trump en noviembre e incidir en el futuro del Partido
Demócrata.
Cuando
Corbyn -pacifista, activista de los derechos humanos y vegetariano- fue elegido
jefe del Partido Laborista, el propio Blair advirtió que su
“extremo-izquierdismo” lo llevaría al abismo. Pero en corto tiempo, Corbyn ha
ganado un amplio respeto por la firmeza de sus posiciones, convirtiéndose, ante
la profunda división de los tories de Cameron y el asesinato de Jo Cox, en la
voz más sensata en contra del Brexit.
Sin
duda, el más interesante es Iglesias. Viene de afuera de la política
tradicional (academia, medios de comunicación, indignados), con mayor
proyección (tiene 37 años, Sanders 74 y Corbyn 67). La alianza que forjó entre
Podemos e Izquierda Unida desplazará, según todos los sondeos, al PSOE como
segunda fuerza, con opción real de conformar un gobierno.
Las
elecciones de esta semana en el Reino Unido y España, y las de Estados Unidos
en noviembre, tendrán profundos efectos sobre cada uno de esos países, pero
también sobre las izquierdas, que en América Latina estamos tan de capa caída.
danielgarciapena@hotmail.com
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