sábado, 30 de diciembre de 2017

SEGURIDAD, DEMOCRACIA Y ESTADO ENRIQUE AMESTOY

SEGURIDAD, DEMOCRACIA Y ESTADO
ENRIQUE AMESTOY

Uno de los ejes del “Diálogo por una Internet Ciudadana” realizado en Quito entre el 27 y 29 de setiembre de 2017 se tituló “Democracia, Seguridad y Estado”.  Se me antoja reordenar los términos que definen dicho eje e intentaré dar mi opinión respecto a que, en temas de corte político, el orden de los factores sí que puede alterar el producto.



Es indiscutible que puede existir un Estado sin que exista Democracia, lo vivieron nuestros pueblos desde los 60’s y hasta bien entrados los 80’s como es el caso de Chile y las decenas de ejemplos a lo largo de la historia de la humanidad.  También es fácilmente demostrable que hubo aberrantes conceptos de seguridad aplicados en cada uno de los diferentes países que las sufrieron; uno de los ejes centrales fue que los lineamientos para todas las dictaduras se escribían en los EEUU y que los militares golpistas eran formados básicamente en la “Escuela de las Américas” o debería decir “Escuela de Asesinos” apoyándome en la propia historia.  Democracia entonces, sí podría ir en primer lugar, como el título del eje de debate en tanto sin Democracia no es posible concebir un Estado y la Seguridad que los pueblos requieren, veamos...



Si el eje principal es la Internet, debemos pensar que sin Seguridad y Democracia en la red, los Estados dejan de ser independientes y soberanos, de tomar sus propias decisiones.  Mas los Estados no son objetos abstractos, por el contrario: son millones de seres humanos que nos paramos sobre el mismo suelo para decidir, compartir, debatir, elegir nuestros destinos y todo lo que implica la vida en un Estado democrático.  Por lo tanto es dable considerar que los millones de ciudadanos que compartimos el mismo suelo, nuestro suelo americano en tanto la visión de Estado / Nación la concibo perimida, debemos conocer, interiorizarnos de la situación actual de la Seguridad en la Red en el entendido de que casi la totalidad de nuestro diario vivir transcurre de una u otra forma en ese espacio virtual.



¿Quién creó y quién toma decisiones en Internet?



Se dice que la génesis de la “red de redes” pudo ser de corte académico, con la necesidad de universidades de compartir materiales, interconectarse entre pares, etc.  También pudo haber sido una necesidad militar con obvia intención de entrelazar mas no precisamente para generar mejores capacidades académicas o menos aún de generar mejoras en la vida de la gente.



A esta altura de los acontecimientos, entiendo que poco o nada importa investigar sobre el cómo y para qué se ha creado y quién decidía sino que lo realmente importante es ver cómo se maneja Internet hoy día, quiénes son los tomadores de decisiones, cuál es el papel de nosotros como usuarios o menos aún dedicar tiempo a analizar las fortalezas y debilidades de un sistema que vino para quedarse y que crece día a día a pasos agigantados.



La mayoría de nuestros salarios pasan por transacciones bancarias, estas transacciones son informáticas y por lo tanto en alguno de sus tramos utiliza Internet para funcionar.  De la misma forma cuando compramos o vendemos con tarjetas de crédito o débito.  Cada día es más común realizar compras de pasajes aéreos, boletos de transporte colectivo o solicitar un taxi desde nuestra computadora o desde nuestro celular.  Ese teléfono llamado “inteligente” porque nos permite realizar lo que hace 20 años solo era posible con decenas de aparatos (computadora, cámara de fotos, lector de documentos, GPS, etc, etc, etc).  Dependiendo de la región o el país hay aproximadamente un 94% de los celulares que utilizan Android o iOS.  En algunos la preponderancia es de Android y en otra de iOS.  Pero lo cierto es que Google y Apple, propietarias de los sistemas operativos, controlan o potencialmente tienen la posibilidad de controlar, absolutamente todos los movimientos que realizamos: nuestras transacciones bancarias, geolocalización (saber dónde estamos a cada instante), ver nuestras fotografías, saber por dónde nos movemos o cuales son nuestras rutas diarias, etc.



Por lo tanto la concentración monopólica de estas dos empresas hace presumir que existe falta de seguridad, no nos permiten saber a ciencia cierta qué es lo que hacen con nuestros datos almacenados en la “nube”, con quién o quienes comparten nuestra información privada (Snowden ha dado claras señales desenmascarando al Plan PRIMA y las empresas que colaboran cediendo los datos de sus clientes a las agencias norteamericanas de inteligencia).  En la navegación por la red también aparecen otros jugadores como Facebook, Microsoft, Amazon, Microsoft o Uber.  Y hay más: en la misma cancha juega George Soros con la OpenSocietyFoundation o la FordFoundation.  Ambas “colaborando” con los procesos de “Datos Abiertos” u “Open Data”.



Continuando con la red: para que haya tráfico desde nuestro teléfono o computadora se requieren redes físicas, cables.  Estas redes tienen dueño y por lo tanto tienen quien pueda analizarlas, filtrarlas, controlarlas o bloquearlas.  El análisis de la concentración monopólica en la propiedad de las redes en nuestros países así como los cables de fibra óptica subacuáticos que permiten interconectar a todo el mundo, es altamente preocupante ya que son muy pocas empresas, que responden a los mismos intereses monopólicos globales y de concentración de poder.  Los países centrales controlan con sus agencias la información vertida por empresas que responden a sus intereses, la casi totalidad de las comunicaciones de redes mundiales.  Con la capacidad de utilizar enormes computadores para analizar la información que nosotros los usuarios les damos a diario (esto lo conocemos como Big Data[i])



Con toda esa información se puede “mágicamente” hacer aparecer un pop-up (los “cartelitos” que aparecen en el navegador cuando estamos en Internet) que nos ofrece algo que “casualmente” minutos atrás buscamos en una tienda en línea o que simplemente conversábamos por chat con alguien más.  Lo mismo con las sugerencias que “casualmente” nos muestra Facebook o qué publicaciones hace que aparezcan al principio de nuestra página en dicha red social.



También analizando nuestra información vigilada se puede disparar un misil, si así lo entiende quien analiza la información.  Recuerdo la detención de dos ciudadanos ingleses al llegar a un aeropuerto en EEUU porque, previo a su partida de Europa, habrían intercambiado mensajes donde señalaban “break EEUU” o algo similar que hizo creer a las agencias norteamericanas que se trataba de terroristas, cuando seguramente hablaban de “romper la noche” con la simple intención de divertirse en una noche de salidas, música o tragos.



Hay una finalidad comercial alarmante que genera millones a quienes juegan en esta cancha y a las empresas a las que les “ceden” la información colectada por las empresas anteriormente mencionadas.  ¿Se ha preguntado usted porqué Google es tan generoso y con la sola creación de una cuenta @gmail.com en su nuevo teléfono inteligente, automáticamente le cede “gratis” 15Gb de disco duro para crear documentos, almacenar correos, fotos y todos los etcéteras que sus productos ofrecen?



Cuando niño me decían: “lo barato sale caro” y hoy digo “lo gratis es más caro aún”.  Una simple operación me dice que con 68 usuarios de 15Gb cada uno se llena un disco duro de 1Tb que en plaza cuesta US$70.  La propia Google señalaba meses atrás, tener 2.000 millones de usuarios activos.  Haga cuentas y llegará a cosas tan sorprendentes como que se requieren unos 30 millones de discos de US$70 para dar soporte a todos esos usuarios.  Olvídese de contar costos de energía eléctrica, edificios para alojar computadores, el salario de los miles de ingenieros, programadores y demás funcionarios que tiene la corporación para hacer que todo ese imperio funcione.  Insisto: ¿gratis?



Indudablemente hay otra faceta que es el control político, social y vigilancia.  Al analizar los datos que nosotros día a día volcamos, permite generar estrategias mediáticas o políticas para frenar avances de organizaciones, para activar lo que llamamos “bots” o cuentas falsas en las diferentes redes sociales para generar opinión pública o tendencia sobre uno u otro dato.  Veamos lo ocurrido en Venezuela o en Brasil, donde el papel de las redes controladas por bots o los medios hegemónicos como O Globo apoyaron intentos de desestabilización política o derrocaron presidentes.  Insisto: todo realizado gracias al análisis de los datos que nosotros consciente o inconscientemente les damos minuto a minuto.  Los golpes blandos de la mano de la denominada ciberguerra [ii] son una realidad a combatir.



¿Tenemos opciones alternativas a la concentración y el control?



Hemos llegado a un punto de desarrollo tecnológico y de control hegemónico que parece imposible pensar en salirse de esa máquina, que gira y gira cada vez más rápido y nos envuelve, no nos permite pensar con claridad.  Está tan bien aceitada que ha logrado generarnos una sensación de bienestar, de que el calentador de agua “smart”, que podemos encender o apagar desde nuestro celular saliendo del trabajo, es la panacea y la forma en que debemos vivir.  ¿Cuántos ámbitos de reunión, conversación o discusión política, social o incluso familiar hemos cambiado de lo físico para el “grupo de Whatsapp (“casualmente” propiedad de Facebook)?  Estamos aletargados.  Como el perro con la garrapata engordando prendida de su cuello pero sin saber de su existencia gracias a la anestesia que le inyecta, chupándole la sangre, reproduciéndose y continuando chupando sangre “anestesiada”.



Igual de anestesiado está nuestro sistema político.  Creo que con los dedos de una mano me basta para contar la cantidad de presidentes, senadores, diputados, alcaldes, que ponen este tema en debate o que generan propuestas o instancias de discusión sobre el control social, político y cultural en el que nos sumergen las corporaciones de las que hemos hablado.  Menos aún sobre el control que ejercen los EEUU y el resto de potencias centrales sobre nuestros gobiernos y pueblos.  Me resuenan con tristeza las palabras del ex presidente Rafael Correa cuando, a poco de dejar la presidencia de Ecuador y en una entrevista concedida a una FM de mi país Uruguay, se lamentaba del nulo apoyo que tuvo su propuesta ante UNASUR de crear un “Anillo de Fibra Óptica” del bloque.  Nada más ni nada menos que unificar intenciones políticas y recursos económicos para generar cableado de fibra óptica de todos los países del sur, que nos permitiese una autonomía de uso y control mientras traficamos datos en las redes entre nuestros países.  El mismo destino llevaron las propuestas del Grupo de Seguridad de Mercosur del setiembre de 2013 [iii] de generar centros de datos unificados del bloque, coordinar con UNASUR para que el “músculo” fuese mayor, dar seguridad a usuarios y Estados sobre posibles escuchas, ataques, etc.



En una realidad política regional donde las derechas han vuelto a ganar terrenos, por artilugios legales como en Brasil, o por las urnas como en Argentina, o el propio retroceso, también por la vía de las urnas, del proceso de la “Revolución Ciudadana” en Ecuador, parece mucho más real que nunca lo que dijese José Artigas hace más de doscientos años: “nada debemos esperar sino de nosotros mismos”.  Y en este sentido está casi todo por hacer, es casi un libro blanco donde organizaciones sociales y políticas, donde la ciudadanía toda, debemos ponernos a escribir idea, debate y propuestas.  Apoyo los proyectos de redes sociales regionales, como es el caso de Facepopular [iv] (alternativa a Facebook), mas entiendo que si allí solo tengo a mis amigos “convencidos” de poco o nada sirve.  Lo mismo cuando utilizo Telegram o Signal como alternativas a Whatsapp si mis contactos no lo utilizan.  Y los tendidos de redes es claro que no los podemos llevar adelante solo con voluntad militante: se requieren millones para realizar obras de infraestructura como cableados o centros de datos regionales que anteriormente mencionaba.



Por lo tanto entiendo que las organizaciones sociales y movimientos progresistas de nuestro continente debemos aunarnos para exigir a nuestros gobernantes la creación de estos instrumentos emancipadores en lo que a redes e infraestructura refieren.  Que se nos permita participar con voz y voto, junto a las corporaciones, de ser escuchados junto a la falacia de “múltiples partes interesadas” que define la Gobernanza mundial de Internet hoy día.  Llevar este debate al seno de nuestras organizaciones sociales y políticas y ponerlo en tapa de agenda, porque el control y la vigilancia nos quitan seguridad, sin Seguridad es imposible concebir Democracia y sin ésta no se concibe el concepto de Estado.

Enrique Amestoy es socio de la 1er Cooperativa de Tecnologías Libres en Uruguay Libre.Coop. Fundador del Centro de Estudios de Software Libre Uruguay (CESoL) y la Red Iberoamericana de SL (RISOL). Ex asesor en TIC del MRREE de Uruguay y miembro del Consejo Asesor Honorario de Seguridad AGESIC.
[i]      https://es.wikipedia.org/wiki/Big_data
[ii]     https://www.alainet.org/es/articulo/170984
[iii]    https://www.aporrea.org/tecno/a175222.html
[iv]    https://actualidad.rt.com/actualidad/view/110238-facepopular-redes-faceb...
Artículo publicado en la Revista América Latina en Movimiento: Internet ciudadana o monopolios 16/11/2017
https://www.alainet.org/es/articulo/190075

             

CHE GUEVARA, APÓSTOL DE LOS OPRIMIDOS (III) SALIM LAMRANI

CHE GUEVARA, APÓSTOL DE LOS OPRIMIDOS (III)
SALIM LAMRANI

El cincuentenario del asesinato del Che en Bolivia el 9 de octubre de 1967 ofrece la ocasión de evocar la trayectoria del revolucionario cubano-argentino que dedicó su vida a defender a los humillados.



Un revolucionario integral


¿Cómo se convirtió el Che en Presidente del Banco Nacional de Cuba?



El Che no era economista de formación sino médico. Aunque tenía conocimientos en este campo, adquiridos gracias a diversas lecturas, el mundo bancario le era ajeno. Pero hacía falta una personalidad íntegra a la cabeza de una institución que había visto sucederse los ladrones, y el Che era la persona ideal. Aceptó la responsabilidad por deber revolucionario. Firmaba los nuevos billetes con su apodo “Che”. Siempre sintió un soberano desprecio por las riquezas materiales.



¿Cuándo fue nombrado Ministro de Industria?



              El Che fue nombrado Ministro de Industria en febrero de 1961 con el objetivo de desarrollar y reforzar ese sector, vital para la economía cubana. Gracias a su experiencia en el Instituto Nacional de Reforma Agraria, y particularmente en el Departamento de Industrialización, fue considerado el más apto para el cargo. Lo ocuparía durante varios años.



              Confrontado a la realidad del poder, el Che se volvió más pragmático, sin renunciar a los principios que constituyen el fundamento de su acción política. Según él, el Estado debe tomar el control de los medios de producción y de los sectores estratégicos del país y diversificar su economía para llegar a la soberanía energética, alimentaria, técnica y científica.



              El Che tuvo que desarrollar su tarea en un contexto de lucha de clases sumamente marcado contra un viejo orden anticuado y moribundo que se negaba a admitir la nueva realidad revolucionaria. Cuba también tuvo que hacer frente a la escasez de especialistas y técnicos quienes en mayoría optaron por emigrar a Estados Unidos, atraídos por las condiciones de trabajo que ofrecían las autoridades estadounidenses. En su guerra ideológica contra La Habana, Washington lanzó una campaña destinada a saquear el país de su capital humano. El caso más emblemático y dramático fue el de los médicos: de los 6.000 médicos que tenía Cuba en 1959, más de 3.000 abandonaron el país en los primeros meses, ocasionando una grave crisis sanitaria en Cuba.



              Como ministro el Che impuso disciplina y rigor predicando con el ejemplo. La eficiencia era la gran prioridad. Como miembro del Gobierno, el Che tenía algunas ventajas materiales. Una anécdota permite ilustra qué tipo de hombre era el argentino. Durante una reunión pública cuyo objeto era la libreta de abastecimiento, un ciudadano intervino para contradecir al Che diciéndole lo siguiente: “Comandante, usted dice esto porque su familia no vive con la libreta de abastecimiento”. Conviene recordar que la libreta de abastecimiento se estableció en 1960 tras las sanciones económicas que impuso Estados Unidos. El objetivo del Gobierno revolucionario era suministrar a toda la población con productos alimentarios básicos para una vida decente y evitar el desarrollo de la hambruna. El Che no respondió nada. Al día siguiente, convocó al ciudadano y le dijo: “Hasta ayer usted tenía razón”. El argentino, entonces ministro, exigió que su familia viviera en las mismas condiciones que los cubanos y que se alimentara mediante la libreta de abastecimiento. Esto ilustra la gran rectitud moral del Che.



              ¿Por qué Che Guevara escribía siempre en un diario?



              El Che era un intelectual y, como hombre de ideas, le gustaba consignar sus reflexiones por escrito con el fin de desarrollarlas y transmitirlas. Tenía la preocupación de la transmisión del conocimiento. Su gran prioridad era hacer del pueblo cubano un pueblo educado y culto, pues estaba convencido de que la ignorancia sojuzgaba a los hombres y reforzaba los privilegios establecidos y las jerarquías sociales. Sin cultura no hay libertad posible y el argentino compartía la máxima de José Martí según la cual había que ser culto para poder emanciparse de las cadenas de la explotación y la opresión. Desde los tiempos iniciales del proceso revolucionario, el Che tuvo un diario en las montañas de la Sierra Maestra que tiene hoy un gran valor histórico. Ilustra las grandes facultades intelectuales del Che, particularmente su capacidad de síntesis. Pero había tomado la costumbre de anotar sus impresiones desde su primer viaje en motocicleta a través de América Latina en los años 50.



              ¿Cuál es el legado intelectual del Che?



El Che legó a la posteridad numerosos discursos entre los cuales los más famosos son el de Argel, el de la Tricontinental y su célebre discurso a la juventud. Escribió varios ensayos, particularmente su diario de campaña en Cuba, un libro sobre la guerra de guerrillas, y su famoso diario de Bolivia, entre otros. También redactó toda una serie de reflexiones que reflejan su pensamiento económico bajo el título “Apuntes críticos a la economía política”.



Una de sus obras maestras es “El socialismo y el hombre en Cuba” publicado en 1965. Analiza el comportamiento de los hombres y las mujeres en el desarrollo del proceso revolucionario, sus características y sus aspiraciones. Elabora la teoría según la cual el desarrollo económico del país debe avanzar al mismo ritmo que el desarrollo de la conciencia revolucionaria entre los ciudadanos para crear un hombre nuevo cuyo motor sería una base de valores morales, éticos y espirituales y no las gratificaciones de orden material. El hombre nuevo colocaría el interés general por encima de sus consideraciones personales y estaría movido por la generosidad, la solidaridad, el altruismo y el esfuerzo, el sentido colectivo y el desinterés. En una palabra, todas las virtudes que tenía el Che, que en ese campo era un hombre del futuro. Para él sólo el hombre nuevo será capaz de edificar el socialismo en Cuba y en otras partes. Sólo un trabajo político, ideológico y cultural podía forjar al hombre nuevo.



¿El Che estuvo en el origen del trabajo voluntario?



              El Che era un hombre de pensamiento y acción que predicaba con el ejemplo. Era la mejor manera de conquistar la autoridad moral necesaria para hacer partícipe de sus exigencias al pueblo. Para el Che el trabajo es un deber social y la expresión máxima de este deber social es el trabajo voluntario, que es la mejor escuela para crear una conciencia revolucionaria. El Che estableció el trabajo voluntario y el objetivo era incitar a los cubanos, una vez que terminaran su jornada laboral reglamentaria, a presentarse voluntarios para realizar tareas a favor del país sin esperar una recompensa material a cambio, sino la simple satisfacción moral del deber cumplido.



              El Che no rechazaba la retribución material, pero consideraba que el hombre nuevo debía alimentarse de esta satisfacción moral. Para el Che, el internacionalismo era la forma más avanzada del trabajo voluntario. Era a la vez un deber y una necesidad revolucionarios. El hombre nuevo, dotado de todas esas virtudes morales, se convertiría en revolucionario integral.



              ¿Qué significa la consigna “Trabajo, estudio, fusil” del Che?



              Esta consigna, que es hoy día la máxima de la Unión de Jóvenes Comunistas de Cuba, la lanzó el Che en octubre de 1962 cuando se creó dicha institución. En una palabra, la juventud debía ser la vanguardia revolucionaria en todos los sectores de la sociedad y constituir el primer contingente de voluntarios para cubrir las necesidades del país. Los jóvenes debían ser los mas dedicados en el trabajo, los primeros en el estudio y sobre todo la primera línea para la defensa de la nación.



              ¿En qué contexto conoció el Che a Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir?



El encuentro tuvo lugar en 1969 en Cuba en la oficina del Presidente del Banco Central, ya que el Che ocupaba el cargo en esa época. Sartre y Simone de Beauvoir realizaron una estancia de un mes en Cuba. Para Sartre, el Che era el símbolo de la joven revolución cubana. Conviene recordar que en 1960, Fidel Castro tenía apenas 34 años y era el más viejo de los lideres revolucionarios. Para Sartre, sólo la juventud disponía de la energía y de la pureza necesarias para realizar una revolución. El filósofo se quedó muy impresionado por la vitalidad del proceso emancipador cubano y por la esperanza y el entusiasmo que suscitaba en el pueblo. Una sociedad nueva, más justa, se estaba edificando y se retaba a lo imposible. Sartre y Simone de Beauvoir sentían admiración por la inteligencia del Che y estaban asombrados del aspecto insólito de su cargo, que no se correspondía para nada con su personalidad.



              ¿Era el Che un revolucionario crítico?



              El Che siempre fue muy exigente y se aplicaba ese criterio primero a su propia persona. No soportaba el diletantismo y el trabajo mal hecho. Odiaba la burocracia, que era la plaga del proceso revolucionario. Con su humor cáustico y su franqueza, no vacilaba en señalar las disfunciones de la administración y la tendencia funesta a copiar modelos inadaptables a la realidad cubana. Según él, la Revolución debía crear su propio modelo de sociedad inspirándose en las experiencias históricas del mundo pero sin caer en un dogmatismo destructor. Fue uno de los primeros en denunciar los lastres burocráticos que se convertían en aliados objetivos de la contrarrevolución.



              ¿Cuáles eran las críticas del Che a la Unión Soviética?



              El Che siempre criticó el dogmatismo intransigente e inconsistente. Estaba convencido de que la liberación del Tercer Mundo sólo ocurriría a través de un cambio estratégico radical de los países socialistas. Para el Che, el modelo soviético llevaba a un callejón sin salida pues pretendía ser universal mientras que la construcción del socialismo dependía de la realidad de cada país. De hecho reprochó a Cuba la importación de los manuales soviéticos de filosofía política cuyo principal efecto fue impedir que los cubanos pensaran por ellos mismos. Por su parte, el Che era la antítesis del dogmatismo y un ferviente partidario del debate crítico, único medio de asumir los retos impuestos por la edificación de una nueva sociedad. El pensamiento del Che era un pensamiento en acción y en perpetua construcción.



              ¿Cómo percibía el mundo al Che?



              Por su trayectoria, el Che era el arquetipo del revolucionario internacionalista. Era un dirigente de alto nivel, una figura emblemática de la Revolución Cubana, un hombre recto, honesto, intransigente sobre los principios, leal a Fidel Castro y a la dirección cubana y partidario de una solidaridad inquebrantable con los pueblos en lucha contra la opresión. El Che viajó varias veces a Argel, pues en los años 1960-70 Argelia era la Meca de los revolucionarios. Argelia era un refugio de todos los movimientos independentistas del Tercer Mundo y suministró ayuda material, humana, logística y financiera a todos los que llevaban la lucha anticolonial. Es uno de los capítulos más bellos de la historia de Argelia. Los gobiernos de Ahmed Ben Bella y de Houari Boumediene fueron amigos fieles y agradecidos de la Revolución Cubana y compartían los mismos ideales.



              En su discurso de Argel del 24 de febrero de 1965, el Che recordaba que sólo se alcanzaría el socialismo con la abolición de la explotación del hombre por el hombre y que el mejor medio para alcanzar ese objetivo era que el Estado se apoderara de los medios de producción. Recordaba también que la gran prioridad era el desarrollo de la agricultura para asegurar la subsistencia alimentaria de los pueblos. El Che reprochaba a los países socialistas que impusieran relaciones capitalistas a las naciones del Tercer Mundo y las explotasen. Exigía más solidaridad de la URSS con los países que luchaban contra el imperialismo, particularmente el Congo y Vietnam.



¿Hubo una ruptura entre Che Guevara y Fidel Castro?



              Nunca hubo una ruptura política o ideológica entre el Che y Fidel Castro. Al revés, siempre hubo una gran afinidad intelectual entre ambos. Los dos sentían un inmenso respeto el uno por el otro. El Che se consideraba un ferviente discípulo de Fidel Castro y lo recordaría en su carta de despedida. Fidel compartía las críticas del Che a la URSS. Sus destinos simplemente eran distintos. Fidel tenía la misión histórica de dirigir la Revolución Cubana y el Che deseaba hacer la revolución en Argentina. De hecho, habían establecido un pacto durante su primer encuentro en México en 1955. El Che había pedido a Fidel que una vez que triunfase la Revolución en Cuba le permitiera ir a luchar por la liberación de su país de origen.



Salim Lamrani

Doctor en Estudios Ibéricos y Latinoamericanos de la Universidad Paris Sorbonne-Paris IV, Salim Lamrani es profesor titular de la Universidad de La Reunión, especialista de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos.



Su último libro se titula Cuba, ¡palabra a la defensa!, Hondarribia, Editorial Hiru, 2016. http://www.tiendaeditorialhiru.com/informe/336-cuba-palabra-a-la-defensa.html Facebook: https://www.facebook.com/SalimLamraniOfficiel

El artículo en inglés:  The Huffington Post

https://www.huffingtonpost.com/entry/che-guevara-apostle-of-the-oppressed-iii_us_5a3799a5e4b02bd1c8c6084f


https://www.alainet.org/es/articulo/190056

LA CRISIS DEL PROGRESISMO Y LA OFENSIVA DE LA DERECHA EN LATINOAMÉRICA OLMEDO BELUCHE

LA CRISIS DEL PROGRESISMO Y LA OFENSIVA DE LA DERECHA EN LATINOAMÉRICA
OLMEDO BELUCHE

El 8 de diciembre de 2017, en el salón Azul de la Intendencia de Montevideo, Uruguay, se fusionó la clausura del Congreso de la Asociación Latinoamericana de Sociología (ALAS 2017) con el acto de 50 aniversario del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO).  Un evento digno del éxito de un congreso al que concurrieron más de 5000 especialistas de todo el continente con centenares de ponencias en todos los ámbitos de las ciencias sociales, organizado por Ana Rivoir  de ALAS y Pablo Gentili de CLACSO.

Evento de más de tres horas, debatiendo sobre el momento actual del continente, la llamada “crisis del progresismo latinoamericano” y la ofensiva de la derecha reaccionaria, en que participaron personalidades destacadas como: Juan C. Monedero de Podemos (España), Álvaro García Linera (vicepresidente de Bolivia), Estela de Carlotto (presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Argentina), Dilma Rousseff (presidenta legítima de Brasil) y José Mujica (ex presidente de Uruguay).

Telón de fondo del debate: la ofensiva reaccionaria en todos los órdenes

Debate que tuvo como telón de fondo dramáticos acontecimientos que se estaban produciendo en ese momento en la región, los cuales expresan la falta de escrúpulos morales de una derecha dispuesta a hacerse con el poder pisoteando las leyes y hasta la racionalidad democrática más elemental, como:

Por un lado, el fraude y sangrienta represión en Honduras para imponer al títere de los Estados Unidos, el dictador Juan Orlando Hernández; y, por otro lado, la inaudita orden de detención por “traición a la patria” contra la ex presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner, y un grupo de sus allegados, por una ley de normalización de relaciones diplomáticas con Irán que, en su momento, fue aprobada por el Congreso y luego no fue aplicada por ser objetada por el órgano judicial.

Otros acontecimientos gravitaban sobre los centenares de asistentes desde una distancia un poco mayor en el tiempo, pero con igual urgencia demandaban respuestas de los expositores, quienes han sido protagonistas de primera línea de la política de izquierdas en el mundo actual: el golpe de estado en Brasil contra Dilma Rousseff, allí presente; la terrible crisis política y económica que sufre el pueblo de Venezuela; la crisis del proyecto progresista de Rafael Correa en Ecuador, con la disputa entre el presidente Lenin Moreno, apoyado por la derecha, y el vicepresidente Jorge Glas, leal al correísmo pero acusado y preso por corrupción, imputación que rechaza como falsa.

¿Cuál es el centro del problema? ¿Es la conciencia o son las políticas?
Las intervenciones fueron dignas de la calidad de los invitados y no decepcionaron al público, el cual se mantuvo pegado a sus asientos hasta altas horas de la noche cuando acabó el evento. El auditorio, con alta presencia de delegaciones brasileñas, mantuvo la combatividad y las consignas, en especial en la denuncia del golpe, en solidaridad con Dilma y el “Fora Temer”.



Todas las exposiciones enfatizaron, desde la calidad moral de los movimientos y proyectos de izquierda o progresistas, frente al enemigo neoliberal y reaccionario, hasta los evidentes logros en políticas sociales de sus gobiernos. Las intervenciones se encuentran disponibles en Youtube, por parte de CLACSO TV.
Sin embargo, la debilidad de las argumentaciones estuvo en la explicación última de la crisis de los gobiernos progresistas, la cual centraron los expositores en que se trata de una lucha ideológica, no ganada aún, por la conciencia de las masas, y no en razones concretas de las políticas aplicadas por los gobiernos progresistas durante sus mandatos. En ese sentido, pese a que se habló en abstracto de autocrítica, se hizo muy poca en lo concreto.
El problema estaría en que las izquierdas no hemos sabido ganar definitivamente a las capas medias de la sociedad para los proyectos progresistas, gracias al peso en la conciencia de la ideología capitalista o neoliberal, que utiliza para ello a los medios de comunicación de masas. Los expositores dejaron de lado el debate respecto a si en realidad se tomaron o no las medidas concretas adecuadas para resolver las grandes necesidades de los pueblos iniciando una real transición al socialismo, concepto que estuvo ausente.
Esta forma de abordar el problema, que fue común a todos los oradores, no por casualidad líderes de proyectos reformistas, contienen un error metodológico de fondo: una concepción intelectualista de formación de la conciencia de clase. Puede ser que para la mayoría de los asistentes al congreso de ALAS 2017, profesionales, docentes y estudiantes, la conciencia política les llegue por la vía académica, es decir, leyendo o estudiando.
Pero las grandes masas populares, que se sublevaron contra los regímenes neoliberales al principio de este siglo, y que llevaron al poder a los llamados gobiernos progresistas por vías electorales, para ellas, la conciencia se forma de manera práctica, por la vía de la acción política y la experiencia con gobiernos y partidos.
Ninguna gran transformación o revolución social y política se ha llevado a cabo porque la gente llegó a una comprensión filosófica (ideológica) de cómo construir la sociedad, sino por la vía del ensayo y error con líderes y partidos en quienes se afincan las esperanzas de solución de los problemas, a los cuales se apoya, hasta que demuestran ser inconsecuentes con sus compromisos.
En gran medida eso es lo que está pasando: los gobiernos progresistas bogaron con el viento a favor mientras la bonanza de los precios de las materias primas produjo un superávit fiscal con que se financiaron los programas sociales (subsidios) sin tocar los intereses de los capitalistas en cada país. Pero con la caída de los precios de los “commodities” y la caída de las ganancias acabaron con el margen para el reformismo. El dilema está en: o el presupuesto sirve a la acumulación capitalista o para subsidiar a los pobres, como quedó claro de la explicación de Dilma sobre el golpe en Brasil.
Allí es donde debe estar el centro del debate, a nuestro juicio, en qué medidas reales de superación de la lógica económica y social del capitalismo se han tomado o no, para resolver realmente las demandas de los pueblos. Los gobiernos que, aunque tengan un bello discurso progresista, no son capaces de tomar verdaderas medidas anticapitalistas, para no chocar con la burguesía, reciben el lógico castigo electoral de las masas populares.
No es un problema de conciencia solamente, sino un problema que para los pueblos hambreados y super explotados es concreto, porque representa la sobrevivencia cotidiana.  Aunque hay un elemento ideológico sin duda, a nuestra manera de ver, el problema central que resuelve todo es la decisión de adoptar, o no, reales medidas anticapitalistas.
Para estos dirigentes, el problema no estaría en mantener sus gobiernos dentro de las reglas del juego capitalista y la llamada democracia burguesa, sin dar paso a reales procesos de socialización de los medios de producción, de participación de la clase trabajadora en el control de la economía, etc.
Por el contrario, en los expositores del evento ALAS-CLACSO hubo mucho de reivindicación del compromiso con la “democracia”, sin el apellido de clase (burguesa, como exigía Lenin), y de renuncia velada o indirecta a la idea de revolución social cuando se insistía en que era cosa del pasado la lucha armada.
De la utopía neoliberal de Monedero al dualismo antropológico de Mujica
Intentemos un apretado resumen de las exposiciones. Omitimos a la Sra. Carlotto porque fue más específica de la lucha de las Abuelas de Plaza de Mayo:
Juan C. Monedero: estamos en una lucha ideológica contra la “utopía neoliberal” que capta la imaginación de nuestras poblaciones, que hace creer que es posible conseguir cualquier paraíso a través del dinero y convence a muchos trabajadores de creerse clase media. Esta ideología trabaja promoviendo: el miedo o la incertidumbre sobre el futuro, la delegación política en los políticos y partidos y la construcción intencional de la indiferencia, convenciéndonos de que no hay alternativas al modelo.
A juicio de Monedero la respuesta a esas tres ofensivas ideológicas por parte del “pensamiento emancipatorio” deben ser: una “digna rabia” (como la define el EZLN), la participación y el compromiso.  Y propone cuatro acciones: 1. El “no” individual que ayuda a construir el “mosaico” colectivo de la resistencia social al sistema; 2. La exigencia de una “reforma mediática” que controle a los “mass media”; 3. Separar al partido de los cargos institucionales, cuando se ganan; 3. Ser en la actividad política dialécticos o dual (onda/partícula), dado que “las certezas no están consolidadas”: a la vez partido/masas; municipal/nacional; nacional/globalizador; liderazgo/participación; racional/emocional, etc.



No incluyó en su reflexión la crisis catalana, que estaba candente en ese momento, ni a la política de Podemos al respecto.
Álvaro García Linera: en Latinoamérica la izquierda ha dejado de ser intelectual, testimonial y sacrificada como lo era en los 70. Destacó éxito de políticas sociales de los gobiernos progresistas: disminución de la pobreza de 210 millones de personas en el 2000 a 140 millones en 2015; crecimiento de la clase media y del ingreso de los trabajadores de 10 al 15% y del gasto social en 10%, etc. Además de una colaboración soberana de los estados sin la tutela de Estados Unidos a través de la CELAC, UNASUR y ALBA.
Sin embargo, dictaminó que “las cosas no son como hace 5 años”, pues “no es un buen momento para la izquierda”, aunque negó que se haya acabado el “ciclo progresista”, destacando las victorias electorales del Frente Amplio en Chile y Perú.
Fue el expositor más específico en esbozar una autocrítica señalando 7 errores de las izquierdas y sus gobiernos: 1. Cuando se gobierna la economía ocupa el puesto de mando, “si la economía falla, la política falla”; 2. Construcción hegemonía, dialéctica entre el “núcleo duro” de votantes y ampliar alianzas hacia las capas medias”; 3. Hay que derrotar “intelectualmente” al adversario antes de sumarlo (¿?); 4. Hay que transformar las estructuras cognitivas “weberianamente”, transformando la relación con los medios de comunicación para poder vencer moralmente en los cerebros de la gente; 5. Nunca subestimar al adversario; 6. Hay desequilibrios entre liderazgos carismáticos y colectivos; 7. La corrupción, porque la “integridad moral” es la mejor posesión de la izquierda, que si se pierde es peor que las derrotas electorales.
Dilma Rousseff: centró su discurso en el proceso del golpe de estado en su país. Reivindicó las políticas sociales de los gobiernos del PT señalando que los gobiernos del PSDB solo aplicaban “planes pilotos” para poblaciones muestrales, mientras que el gobierno de Lula y el suyo ampliaron grandemente las políticas sociales: hasta 46 millones de personas en el plan “Bolsa Familia” y 63 millones en el de salud; el congelamiento del precio del gas de cocina (para los pobres); y la elevación a “clase media” a 40 millones de personas.
A partir de 2014 es cuando inicia la crisis en Brasil, con: 1. La caída del precio de los “commodities”; que tuvo efectos inmediatos en las recaudaciones fiscales; 2. La política monetaria de Estados Unidos que produjo inflación; 3. La caída notable de la producción de bienes (entre 10 y 6 %).
A su juicio, la oposición de derecha concluyó que no podían ganar electoralmente al PT, de ahí que deciden propiciar el golpe mediante la “criminalización del presupuesto” social y la misoginia, para lo cual usaron el control de los medios de comunicación nacionales. El golpe tenía tres objetivos: debilitar a los BRICs; imponer un modelo económico contra el neodesarrollismo, la industria nacional y el desmantelamiento del estado nacional; contra el presupuesto social (Temer lo ha congelado por 20 años).



Dilma, en su intervención de una hora, no realizó ninguna autocrítica de su gobierno y partido, ni aludió a las reformas económicas de corte neoliberal iniciadas por ella, ni a la alianza electoral con el PSDB. Sí reivindicó que es posible una “relación decente” con el mercado (regulado) y el compromiso con la democracia, el “lado cierto de la historia”.
José Mujica: mantuvo lo esencial  del discurso ofrecido en el Paraninfo de la Universidad de Panamá cuando se le otorgó el “Doctorado Honoris Causa”, una semana antes, cuya lógica argumental es que: existe una dualidad en la historia, que hace a la “esencia antropológica” de los seres humanos, la lucha entre el egoísmo individualista y la solidaridad colectiva.
A su juicio, la lucha actual entre la izquierda y la derecha no es más que la actualización de esa lucha eterna que hace a la “condición humana”. La izquierda desarrolla una lucha ideológica por el bien común, pero es una lucha en la que nunca se gana definitivamente, “porque nunca estaremos derrotados porque nunca triunfaremos definitivamente”.
Con esto Mujica cerró el debate, tanto literalmente en Montevideo, como para siempre, puesto que una vez que ha pontificado, cuál si de moderno San Agustín se tratara, que el problema se remite a la “esencia del hombre” (carne corruptible/espíritu perfecto), ya no hay lucha de clases que valga, ni programas, ni partidos.
Sólo cabe la resignación cristiana o, como postulan los “revolucionarios” postmodernos, la “resistencia”, porque la revolución socialista salió del discurso y del horizonte de las esperanzas que empujan la acción política.
Es el mismo viejo debate: reformar el capitalismo o hacer la revolución socialista
De lo dicho por los expositores, en especial por García Linera y Rousseff, se desprenden dos conclusiones claras:
La positiva, los gobiernos progresistas demostraron que repudiando al mercado (capitalismo) como único regulador, y adoptando algunas políticas sociales desde el estado, es posible mejorar la vida de millones de personas notablemente;
La negativa, los gobiernos progresistas no alteraron la esencia del sistema capitalista, ni de la estructura productiva, ni la asignación de proveedores de materias primas en el mercado mundial, por ende, sus logros sociales han sido limitados y reversibles.
 La crisis de los gobiernos progresistas está en que se han atorado en los límites del sistema capitalista y por ende caen víctimas de las propias contradicciones del sistema: crisis económica mundial, caída de los precios de las exportaciones de materias primas, bajas recaudaciones fiscales de las que dependen los programas sociales, estancamiento productivo, y su consecuente aumento de la pobreza, desempleo, delincuencia, etc.



El caso más dramático es el de Venezuela, donde hay una hiperinflación de tres dígitos, un desabastecimiento notable de los productos de primera necesidad, que no es peor gracias a que se mantienen a medio ritmo las ayudas sociales que aporta el estado a las familias. Pese a lo grave de la situación, se mantiene un sistema inoperante de importaciones mediante asignación de divisas del estado hacia empresas privadas y no se ha nacionalizado la banca. Con lo cual se mantiene intacto el poder económico de la burguesía enemiga del Proceso Bolivariano para sabotear y propiciar el golpe de estado.
Pasados 15 años de la experiencia con gobiernos progresistas, los países latinoamericanos siguen siendo monoexportadores de materias primas; con economías capitalistas controladas por élites oligárquicas, con clases trabajadoras en que prevalece el empleo precario, los bajos salarios, altas tasas de desempleo e informalidad, con su consecuente pobreza, y baja calidad de los servicios públicos, de salud y educación, con deficientes índices de violencia. En fin, nuestros países han cambiado muy poco.
Respecto al otro elemento del debate en Montevideo, el factor subjetivo o la conciencia de clase, ésta se construye permitiendo la acción política independiente de la clase trabajadora en la defensa de sus intereses mediante sindicatos y organismos de tipo asambleario (como lo fueron los Cordones Industriales del Chile de Allende).
Pero en esto también los gobiernos progresistas han cometido “harakiri”, al no permitir la actuación independiente y el debate democrático en los organismos de la clase. Por el contrario, ha prevalecido el manejo clientelista, debilitando a la acción popular que da fuerza al proceso de cambios anticapitalista. Por carambola se han debilitado a sí mismos.
Aquí es donde conviene repasar las enseñanzas de Lenin, dirigente de la primera revolución obrera triunfante de la historia, la Revolución Rusa, cuando en duras circunstancias de los años 20 adoptó un conjunto de medidas favorables a los capitalistas rusos (la NEP), pero que trazaba donde estaban los límites que seguían definiendo como socialista a ese proceso:
“Esta revolución es socialista. La abolición de la propiedad privada de la tierra, la introducción del control obrero, la nacionalización de los bancos son otras tantas medidas que llevan al socialismo. No es aún el socialismo, pero son medidas que nos llevan a él a pasos de gigante. No prometemos a los campesinos y a los obreros un país de abundancia de un día para otro, pero decimos: la alianza estrecha de los obreros y de los campesinos explotados, la lucha firme, sin desfallecimiento, por el poder de los Soviets nos conducen al socialismo” (citado por Eric Toussaint).
Bibliografía
www.carasycaretas.com.uy
https://www.youtube.com/clacsotv/
Toussaint, Eric. “Revolución rusa y sociedad de transición. Lenin y Trotsky frente a la burocracia y a Stalin”. En: La Revolución Rusa 100 años después. Compilador: Mario Hernández. Editorial Metrópolis. Buenos Aires, 2017.
https://www.alainet.org/es/articulo/190089

             

UN BALANCE POLÍTICO DEL 2017 Por, ALEJO VARGAS VELÁSQUEZ

UN BALANCE POLÍTICO DEL 2017
Por, ALEJO VARGAS VELÁSQUEZ

Este 2017, al que le resta solo una semana, fue un año de parteaguas en el ámbito de lo político, incluyendo allí lo relacionado con la terminación del conflicto armado, porque se acentuó la soledad política de un gobierno que entró en su fase final, comenzó con altibajos la implementación de los Acuerdos con las FARC y el inicio de las conversaciones formales con el ELN y las fuerzas políticas y candidatos se empezaron a preparar para la disputa electoral del 2018.

Todo gobierno en su fase final empieza a vivir el abandono de sus 'aliados', que comienzan a tomar distancia para no asumir la responsabilidad política de su gestión; podemos decir que en Colombia todos son gobiernistas hasta unos meses antes del final del mandato, en que todos, incluido el partido de gobierno, se vuelven de oposición, cuando tiene el sol a sus espaldas; hasta el día posterior al triunfo electoral en que de nuevo todos se suben al carro del vencedor y se reanuda el ciclo.

Al Presidente Santos la historia le reconocerá la decisión política de terminar el conflicto armado con las insurgencias más longevas del continente y llegar a un acuerdo final con las Farc, pese a todas las dificultades, así como haber sido el primero en haber formalizado un proceso de conversaciones con el ELN que anda, a pesar de las complejidades. Todo eso justifica plenamente el que se le hubiera otorgado el Premio Nobel de Paz. En este año se evidenció lo difícil que es la implementación de lo acordado, en contextos de democracias liberales, con poderes formalmente independientes y con un Estado que históricamente ha mostrado la baja capacidad de ejecución de su administración pública y con gobiernos regionales y locales, no solo marginalizados de todo el proceso de construcción de los Acuerdos, sino además con estructuras administrativas débiles. Pese a ello, el inicio de la implementación no presenta en su primer año un balance negativo, sino agridulce, con avances importantes en algunos campos y con déficit sentidos en otros. En un contexto de polarización que no es ajeno a sociedades en conflicto armado y donde los impactos de este en la sociedad ha producido dolores, heridas y odios que demorará tiempo su superación y que por supuesto hará compleja y larga la tarea de la reconciliación.

En este año se volvió a evidenciar una constante de los últimos tiempos; desconfianza de sectores de opinión en los partidos políticos, pese a que la realidad internacional muestra que los partidos cumplen un rol fundamental de representación política de lo social -ninguna sociedad se ha inventado un mecanismo sustituto de los mismos-. Por ello proliferaron los candidatos 'por firmas' como una modalidad de presentarse frente a los electores como ajenos a la actividad partidista y a las prácticas de corrupción que se le asocian -aunque sabemos que muchos escándalos de corrupción son generados por empresa privadas y sus gestores de contratos, recordar Odebrecht-. Los partidos políticos, por su parte se preparan para mostrar en las elecciones de Congreso de marzo próximo que son capaces de movilizar sufragantes y ganar elecciones.

En las elecciones del próximo año seguramente veremos de nuevo la importancia de los aparatos políticos de los partidos para movilizar electores y cómo progresivamente los candidatos por 'firmas' se acercarán a buscar el apoyo de los partidos políticos.

- Alejo Vargas Velasquez es profesor de la Universidad Nacional
https://www.alainet.org/es/articulo/190062