martes, 28 de junio de 2016

ELOGIO DE URIBE VÉLEZ Y ALEJANDRO ORDOÑEZ. Marlene Singapur http://gusanoenlafruta.blogspot.com msingapur@yahoo.es

ELOGIO DE URIBE VÉLEZ Y ALEJANDRO ORDOÑEZ

La progresiva llegada de la paz a Colombia, un proyecto nunca terminado, pero cuyo comienzo si tiene fecha, el 23 de junio de 2016, nos obliga a pensar en el papel cumplido por Álvaro Uribe Vélez y Alejandro Ordoñez en esa conquista, y, sobre todo, en el papel que podrán cumplir de aquí en adelante.
En principio habría que decir que los aportes de Uribe y Ordoñez al proceso de paz iniciado por Juan Manuel Santos hace cuatro años, hasta su reciente umbral histórico después de más de 50 años de guerra, no han sido pocos.  Seamos justos. 
Uribe y Ordoñez han cumplido el papel del contendor, casi nunca bien reconocido y valorado por la historia, donde siempre brillan los ganadores. Les explico: entiéndase por contendor, no una figura negativa de la historia, sino la muy positiva figura de aquel que en la sombra hace el trabajo sucio de sacar lo mejor de nosotros. Trabajo que de otra forma nos tocaría hacer a nosotros solos. Qué pereza.
Nos deberían enseñar desde chiquitos, más que a escoger nuestros amigos, a escoger nuestros enemigos. No sólo porque son ellos los que determinarán la estatura y alcance de nuestros destinos, sino porque en cada amigo siempre duerme un potencial enemigo, que de no saberse liderar saltará a la escena. Ya lo dicen los Proverbios bíblicos: “el amigo con el amigo afila sus cuchillos”. Mucho más en política, y déjenme decirles: todo es política.
En ese sentido, la peor estrategia que podríamos tener frente a Uribe y Ordoñez es destruirles. No. Lo que hay que hacer es lo que sabiamente ya hizo Jasón con el toro: cabalgarlo, es decir, canalizar la fuerza del animal para avanzar sobre sus lomos. ¿Me siguen?...
Las exigencias de precisión, claridad, legalidad, planeación, que por estos días hace Ordoñez al proceso de paz desde la Procuraduría, es un trabajo juicioso que debería estar haciendo el equipo del gobierno Santos. Y ahí lo tenemos, analizado y puntualizado. Un material que, previo desnate de la natural cizaña y el veneno, puede ser perfectamente provechado. Tomen nota, y a trabajar. Es decir: a cabalgar.
En ese sentido, no creo que tengamos que forzar la presencia de Uribe Vélez y Ordoñez en el proceso. No sólo no creo que sin ellos quede ‘coja’ la paz, como han asegurado algunos obsesionados por el ideal de la total concordia y la uniformidad, sino que donde precisamente los necesitamos es afuera. Desde allí cumplen mejor su labor, por demás excepcional. Incluso les luce.
  
Mejor ofrezcámosles a Uribe Vélez y Ordoñez las máximas garantías para que ejerzan su derecho a oponerse y disentir. Y defendamos ese derecho como si fuera el nuestro, si es preciso con nuestra propia vida. Aunque en el caso de Uribe Vélez y Ordoñez no deberíamos  exagerar.
Ahora bien, si frente a nuestra buena voluntad ellos insisten en desconocer el Estado de Derecho como escenario propio para ejercer plenamente su oposición, ahí sí nos veríamos en la obligación de solicitarles que se desmovilicen. Suficientes razones tenemos.
En ese caso, tendríamos que hacer un esfuercito adicional, añadiendo a las zonas de despeje concertadas con las FARC un campamento suplementario. Evitando, eso sí, que pueda quedar localizado en alguna zona de frontera, por aquello de las malas relaciones con nuestros vecinos.
Es previsible que sin ellos el proceso de paz no será el mismo, nos dejarán un inmenso vacío. Sin embargo, y aunque grande será el  guayabo por la ausencia de tan inmejorables acompañantes, seguro ya vendrán otros enemigos. Nunca faltan.
Marlene Singapur

http://gusanoenlafruta.blogspot.com
msingapur@yahoo.es

* Se puede parafrasear o copiar libremente el contenido de la presente columna, siempre y cuando se cite la fuente y no se comprometa a la autora en ninguna organización o militancia ideológica. Gracias.

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