viernes, 1 de mayo de 2020

EL TELETRABAJO LLEGÓ PARA QUEDARSE… ¡Y LA BAJADA DE SUELDO TAMBIÉN!


EL TELETRABAJO LLEGÓ PARA QUEDARSE… ¡Y LA BAJADA DE SUELDO TAMBIÉN!

La pandemia se va a prestar en muchos casos para mejorarles la vida a unos, y para abusar de muchos otros. ¿Saben cuántas empresas van a restablecer los salarios?

POR: MARIA CLARA GRACIA | ABRIL 29, 2020

Como dijo un compañero de trabajo, las empresas, sobre todo las muy grandes y las transnacionales, andan “relamiéndose los bigotes”. Si bien es cierto que, como a todo el mundo, la pandemia las ha afectado, también es cierto que tienen el músculo financiero para soportar el hecho de dejar de ganar y recuperarse; de pronto lentamente, pero así será. ¿Y por qué digo que se están relamiendo los bigotes? Porque la pandemia les dejó ver que con el teletrabajo se ahorran muchísimo de los gastos de operación y más.

Hay que decir que el teletrabajo les está funcionando a las dos partes, empleador y empleado; a este último, en términos económicos (ahorro de gasolina, transporte y tiempo de desplazamiento), aunque por otro lado se le hayan trasladado los gastos de operación a la casa. “Todo el mundo está viendo esto como novedoso, pero la verdad es que la ley lo contempla desde hace doce años. Ya existía en la legislación, pero las empresas no lo habían visto tan útil y tan cerca”, dice el prestigioso abogado laboralista Dr. Camilo Cuervo, quien advierte que “las cosas van mucho más allá de trastear el computador para la casa”. Claro, nada les había evidenciado los impresionantes ahorros que se están dando para las compañías, como contrapeso a la falta de ingresos por cuenta de esta situación.

Es que mover una empresa no solo incluye cosas tan obvias como el sueldo y el arriendo o construcción de oficinas. Los gastos pasan por cosas que no se perciben como el parqueadero, y llegan hasta las que parecen pequeñas, pero que suman mucho, como por ejemplo el tinto que se toma en el pasillo; ir al baño que implica descargar el agua, lavarse y secarse las manos, la luz de secarse el pelo y hasta el papel higiénico que “de cuando en vez” se llevan algunos para la casa, o la impresión de las tareas de los hijos en la oficina y a costillas de las empresas… sí, no todos, pero así es. Y eso que las llamadas internacionales ya prácticamente no se dan por cuenta de la gratuidad de las plataformas que las ofrecen, o si no, el asunto sería mucho más notorio.

“El Gobierno no estaba preparado, como no lo estaba nadie, y desde una excepción se inventó la figura ‘trabajo en casa’, que evita que los empleadores en esta urgencia tengan que cumplir con las condiciones que exige la ley: reportarle el hecho a la ARL, definir cómo se manejan las herramientas de trabajo, la evaluación de la seguridad y la salud laborando desde la casa, revisar el domicilio y que el trabajador tenga los elementos y las condiciones para hacerlo. Sin embargo, eso no se puede quedar así; hay que reglamentarlo”, dice el abogado laboralista.

Otro fenómeno que está comenzando a percibirse es el de la reducción de los sueldos. Dura para todo el mundo, pero podría decirse que el coronavirus llegó para aplanar la escala salarial. Los sueldos exorbitantes están en todos los sectores. Un buen ejemplo de disminuir salarios lo exhibe la industria petrolera, que lo hizo en la crisis que enfrentó en 2014. El Dr. Cuervo cuenta que “el mercado se ajustó porque tenían sueldos sobredimensionados como los de los futbolistas, por eso este sector no está tan preocupado ni tan asustado con el precio del petróleo, porque ya hicieron antes el ejercicio”. Igual sucedió un poco más atrás con el sector bancario, a finales del 2000, en su propia crisis.

¿Saben cuánto tiempo tiene que pasar para que las empresas se recuperen y puedan restablecer los salarios, si realmente tienen la intención? Pago por ver


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