RENUNCIE,
SEÑOR FISCAL. POR: PATRICIA LARA SALIVE
“Vas
a ver que se van a inventar otro escándalo para tapar este”, le dije a mi hijo
cuando estalló la bomba de las grabaciones que les entregó a los medios, antes
de su muerte, Jorge Enrique Pizano, en las que quedaba claro que el fiscal
Néstor Humberto Martínez, siendo abogado de Luis Carlos Sarmiento, sabía desde
meses antes de ser fiscal que miles de millones habían sido desviados de forma
torcida por el consorcio conformado por Odebrecht y Corficolombiana, empresa de
Sarmiento, y que siendo fiscal sólo actuó cuando el escándalo fue revelado por
las autoridades gringas.
Pues
fabricaron el escándalo con el grotesco video del opositor Gustavo Petro
recibiendo fajos de billetes de un antiguo amigo y colaborador. Y le hicieron
daño a Petro aunque, al parecer, ahí no hay delito.
Y
todo lo montaron para dejar intacto el tema de fondo: las inhabilidades del
fiscal general para ejercer su cargo de manera idónea, por los múltiples
conflictos de intereses que lleva a cuestas, y que no se solucionan nombrando a
un fiscal ad hoc para tres casos, pues el fiscal general y sus subalternos
están impedidos para actuar en muchos más: por ejemplo, en las decenas de
pleitos que involucran a Odebrecht, en el de la muerte del hijo de Pizano, en
el de Carlos Mattos y en el del exdirector de la Agencia Nacional de
Infraestructura Luis Fernando Andrade, a quien el fiscal, en un delirio
paranoide, acusó de ser un conspirador en su contra, en compañía de su esposa
norteamericana y del presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Luis
Alberto Moreno, primo de Andrade.
A
todas estas, la bancada del Gobierno y sus afines sabotearon el martes la
continuación del debate contra el fiscal, y demostraron así que el Gobierno y
sus amigos lo que tienen es un fiscal de bolsillo.
Siempre
he considerado que NHM es un abogado brillante. Pero ahora se le están yendo
las luces y, tal vez, el uso que le está dando a la Fiscalía para salvaguardar
sus intereses le está impidiendo ver que lo mejor que puede hacer en beneficio
de su dignidad es renunciar: su renuncia ya la han pedido varios periodistas y
dos connotados juristas: por una parte, el profesor Rodrigo Uprimny considera
que “sobre el fiscal general no pueden recaer dudas de comportamientos
indebidos”. Y agrega: “hoy sufrimos un déficit de fiscal, que no se remedia con
un fiscal ad hoc para ciertos casos. Tendría que ser un fiscal ad hoc para
todos los casos de la Fiscalía, esto es, un nuevo fiscal general”. Y el
exministro de Justicia Yesid Reyes se pregunta: “¿para qué sirve la figura del
fiscal ad hoc? Para solucionarle a Martínez un problema que solo él creó con
sus conflictos de intereses y, de esa manera, permitirle continuar en su cargo.
Todo este enredo tiene una salida jurídica mucho más simple: la renuncia del
fiscal general”.
Y
el procurador Fernando Carrillo propone que se cree una Fiscalía ad hoc en la
que los fiscales e investigadores no dependan de NHM, es decir, que en la
práctica se cree una Fiscalía paralela, con los costos que ello implica.
¿No
es mejor tanto para NHM, quien perdió la credibilidad como fiscal, como para la
institución que renuncie y se nombre un nuevo fiscal general, sin tantos
conflictos de intereses como los que tiene NHM, que le harían la vida
invivible, tanto a él como al país, durante el año y medio que le resta en el
cargo?
Piénselo,
doctor Martínez.
Imperdible
el documental La negociación. Lo presentan esta semana en Cinema Paraíso.
www.patricialarasalive.com,
@patricialarasa
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