30
años después, el Senado debería rechazar a Jeff Sessions otra vez
Por:
Amy Goodman, Denis Moynihan
Los
vaivenes de la historia estadounidense están quedando completamente expuestos a
medida que se lleva a cabo el traspaso de mando del gobierno del presidente
Barack Obama al del presidente electo entrante, Donald Trump. El primer
presidente afroestadounidense de la historia está a punto de entregar las
riendas del poder al mismísimo hombre que encabezó la campaña racista que puso
en duda el lugar de nacimiento del propio Obama para deslegitimar su
presidencia. Mientras Trump sigue sacudiendo al mundo con sus tuits
trasnochados, la seguidilla de audiencias de confirmación del Senado expuso la
retórica vacía de la promesa de Trump de “drenar el pantano”. Entre los
nombramientos al gabinete que han sido polémicos y divisorios se encuentra su
elección para el cargo de fiscal general: Jeff Sessions, el senador junior de
Alabama.
El
presidente Obama pronunció su discurso de despedida el martes por la noche: “La
raza sigue siendo una fuerza potente y a menudo divisoria en nuestra sociedad.
Para los estadounidenses blancos, implica reconocer que los efectos de la
esclavitud y de Jim Crow no desaparecieron repentinamente en la década de
1960”.
Jefferson
Beauregard Sessions III lleva el apellido de su padre y de su abuelo, pero su
primer y segundo nombre están impregnados de la Confederación, la asociación de
estados esclavistas del sur estadounidense que en 1861 se separaron de la
Unión. Su primer nombre hace referencia a Jefferson Davis, presidente de la
Confederación. El segundo a P.G.T. Beauregard, el general confederado que, tras
renunciar a su puesto en el Ejército de Estados Unidos en West Point, supervisó
el bombardeo de Fort Sumter en 1861 que dio comienzo a la Guerra Civil de
Estados Unidos. No sería justo hacerle rendir cuentas a Sessions por sus homónimos,
estos héroes de la Confederación fallecidos tiempo atrás. Pero las audiencias
de confirmación del Senado son un foro apropiado para responsabilizar a los
nominados por sus propias palabras y acciones.
La
amplia e intensa oposición a Jeff Sessions se remonta a décadas atrás. En 1981,
Sessions fue nombrado fiscal federal en Alabama, donde procesó a legendarios
activistas por el derecho al voto, quienes finalmente fueron absueltos.
Posteriormente, en 1986, el presidente Ronald Reagan lo nombró para ocupar un
cargo de juez federal. En la audiencia de confirmación del Comité Judicial del
Senado con motivo de evaluar su nombramiento, el difunto senador Ted Kennedy,
del distrito de Massachusetts, dijo: “El señor Sessions representa el retroceso
a una era vergonzosa, la cual sé que tanto los ciudadanos afroestadounidenses
como los blancos pensaban que había quedado en el pasado. Es inconcebible para
mí que una persona que tiene estas actitudes esté calificada para ser fiscal
federal, y mucho menos para ser juez federal de Estados Unidos”. Hasta el
momento, Sessions es una de las pocas personas a las que el Comité Judicial del
Senado les rechazó el nombramiento de magistrado federal en los últimos 50
años.
Más
adelante, Sessions utilizó las palabras de condena del senador Kennedy como
ayuda para ganar el cargo de fiscal general de Alabama en las elecciones de
1994. En solo dos años de ocupar el cargo, defendió agresivamente la ejecución
de más de 40 reclusos condenados en Alabama, según el periódico The New York Times,
“en juicios donde abundaban los casos de conducta indebida de la fiscalía,
discriminación racial y ejercicio de la defensa sumamente inadecuado”.
Como
senador estadounidense, Sessions votó en contra de la reautorización de la Ley
sobre la violencia contra las mujeres y se opone a la reforma migratoria
integral, al matrimonio igualitario y a la protección contra crímenes de odio
para las víctimas LGTB. También es un feroz crítico de la Ley de derechos
electorales de 1965.
En
el segundo día de las actuales audiencias de confirmación de Sessions, los
miembros del Bloque Afroestadounidense del Congreso colmaron la sala de
audiencias. Por primera vez en la historia del Senado, un senador en ejercicio
testificó contra la confirmación de otro senador en ejercicio. El senador Cory
Booker, del distrito de Nueva Jersey, enuncio: “El senador Sessions no ha
demostrado su compromiso con un requisito central del trabajo: perseguir
firmemente el mandato del Congreso de defender los derechos civiles, la
igualdad de derechos y la justicia para todos”.
John
Lewis, icónico activista por los derechos civiles y miembro del Congreso, habló
con elocuencia de su juventud en Alabama: “Nací en la Alabama rural, no muy
lejos de donde creció el senador Sessions. No había manera de escapar o de
negarse al poder absoluto de la discriminación y el odio racial que nos
rodeaba. Vi los carteles que decían ‘Hombres blancos’, ‘Hombres de color’,
‘Mujeres blancas’, ‘Mujeres de color’… He probado los frutos amargos de la
segregación y la discriminación racial”.
Lewis
habló en la Marcha sobre Washington de 1963 y fue uno de los organizadores de
la marcha de Selma a Montgomery de 1965 que tenía el fin de animar a los
afroestadounideses a que se registren para votar. Junto con otros manifestantes
fue golpeado brutalmente por la Policía Estatal de Alabama en lo que se conoció
como “Domingo Sangriento”, el 7 de marzo de 1965. Lewis representa la historia
viva de la lucha por la igualdad racial y económica. Sus palabras tienen peso.
“No
importa lo mucho que sonría el senador Sessions o cuán amistoso sea, o si habla
con ustedes. Necesitamos a alguien que salga a defender a las personas que
necesitan ayuda, a las personas que están siendo discriminadas. Y no importa si
son afroestadounidenses, blancas, latinas, asiáticas o indígenas, si son
heterosexuales o gay, musulmanas, cristianas o judías. Todos vivimos en la
misma casa, la casa estadounidense. Necesitamos que el cargo de fiscal general
sea ocupado por alguien que nos represente a todos, no solo a algunos de
nosotros”.
El
senador Sessions se ha mantenido constante a lo largo de su trayectoria. El
Comité Judicial del Senado debería ser constante del mismo modo y rechazar la
nominación de Sessions para el cargo de fiscal general, tal como le rechazaron
el cargo de magistrado 30 años atrás.
(Traducción
al español del texto en inglés: Inés Coira. Edición: María Eva Blotta y
Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org)
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Amy Goodman es la conductora de Democracy Now!, un noticiero internacional que
se emite diariamente en más de 800 emisoras de radio y televisión en inglés y
en más de 450 en español. Es co-autora del libro "Los que luchan contra el
sistema: Héroes ordinarios en tiempos extraordinarios en Estados Unidos",
editado por Le Monde Diplomatique Cono Sur
©
2017 Amy Goodman. Versión para impresión.
15/01/2017.
http://www.alainet.org/es/articulo/182846
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