LA PEQUEÑEZ DEL
GIGANTE. POR: RAFAEL VERGARA NAVARRO
Al
ver la foto de Trump riendo y el papa serio, casi adusto, entendí que el
diálogo que buscaba honrar lo acordado en la ONU Cop21 de París había
fracasado.
Quedó
claro que Laudato Sí no sería leída porque la irresponsable decisión de elevar
el riesgo climático del mundo, afloró allí en Italia, en la reunión del G7.
Con
la soberbia de que “EEUU es primero” y la de desmarcarse del compromiso de
Obama de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), distanció
a los 6 restantes miembros que ratificaron la voluntad de impedir el aumento de
la temperatura más allá de lo pactado: tecnologías no contaminantes, cambio
cultural, empresas sostenibles y sustitución del petróleo y el carbón por
energías limpias.
Para
Europa, y lo ratificaron China y Rusia, hay que cumplirle a la Tierra y a los
pueblos, reduciendo la emisión de GEI y las consecuencias climáticas. Para
nosotros y 193 países más, también lo es.
A
diferencia del Protocolo de Kioto, en el Acuerdo de París el compromiso de
acciones que frenen el calentamiento a menos de 2°C no es obligatorio, es
vinculante, lo que significa que no es evadible el deber ético de cumplir la
palabra, dada la seriedad de las relaciones diplomáticas, la prevención de los
catástrofes y la necesidad de sobrevivencia.
Para
Trump, cabeza del gigante contaminador, los 3 años más calientes de la historia
son mentiras de los chinos, y los peligros en las poblaciones insulares y
costeras como nosotros –generándolos- no son su problema.
Obama
había comprometido a los EEUU fijando entre 26 y 28% la reducción de emisiones
de GEI antes del 2025, pero para los cultores de la ganancia, hoy en el poder,
hacerlo es inadmisible porque frenaría su crecimiento y el empleo.
Como
lo deja claro Jeffrey Sachs, Trump, en un acto de corrupción satisface a sus
financistas al entregarles la política pública ambiental del país, “negando el
calentamiento” y desmantelando las normas del Plan de Energías Limpias de Obama
y el EPA. Es una apuesta al incremento de los desastres y a los muertos y
damnificados del cambio climático.
Los
poderosos del carbón o el petróleo, los del derroche y el consumismo buscan
frenar el irreversible avance hacia el uso de energías renovables,
enfrentándose incluso con los estados, ciudades, empresas y científicos,
responsabilizados con un cambio ambiental en EEUU y el mundo.
Presentando
como causa justa la injusticia y entre otras, pese al desacuerdo del 62,3% de
los accionistas de ExxonMobil, Trump anunció el retiro de EEUU de la COP21
porque según dice “gobernaré para Pittsburgh no para París”. Pretende
renegociar mientras desata la tormenta mundial y local en su contra.
Obama
lo sentencia de rechazar el futuro y llama a los norteamericanos a liderar el
camino que proteja a las nuevas generaciones, en el único planeta que tenemos.
El boicot mundial ya se anuncia.
Los
poderosos del carbón o el petróleo, los del derroche y el consumismo buscan
frenar el irreversible avance hacia el uso de energías renovables (...)
Tomado
de www.eluniversal.com. 3 de Junio de
2017 12:00 am
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