31 ENE 2015 - 10:00 PM. ELESPECTADOR.COM

La indeterminación del cese al fuego

Thomas Schelling, en su obra maestra La estrategia del conflicto, analiza la lógica de las situaciones indeterminadas, que se aplica al problema del cese al fuego bilateral.
Por: Alejandro Reyes Posada
Ante la incertidumbre que provoca la idea de cesar combates contra las guerrillas si ellas lo aprovechan para fortalecerse, vale la pena valorar las ventajas de restringir la conducta propia para obligar al adversario, como explica Schelling:
“La esencia de estas tácticas es algo de sacrificio voluntario pero irreversible de libertad de escogencia. Descansa en la paradoja de que el poder para constreñir un adversario puede depender del poder para obligarse uno mismo; que, en negociaciones, debilidad es a menudo fortaleza, libertad puede ser libertad de capitular, y quemar puentes atrás de uno mismo puede deshacer al oponente”.
El cese al fuego bilateral debe ser acordado entre las partes. En sentido estricto, es la decisión de cada parte, Estado y guerrillas, de no atacarse mutuamente. Pero en un sentido más amplio, el Estado no puede abandonar la seguridad de la población, en especial la que vive en regiones de presencia guerrillera, mientras las guerrillas, en cambio, no pueden seguir actuando como organizaciones que emplean la violencia o la amenaza de usarla para sus propios fines, en sus relaciones con la población. El cese al fuego de las guerrillas incluye detener prácticas como el reclutamiento de menores, la extorsión, los negocios ilegales, los asesinatos y el secuestro. El campo de acción que resta a las guerrillas es prepararse para la reinserción a la sociedad y la participación política, así como para cumplir sus obligaciones de confesar la verdad, reparar a sus víctimas y prevenir la repetición.
El Gobierno tiene la responsabilidad de crear un entorno seguro para la desmovilización de las guerrillas y eso supone garantizar el control territorial sobre las otras formas de criminalidad organizada, hasta recuperar los controles locales de pandillas y mafias. Cesar operaciones ofensivas contra las guerrillas permite al Gobierno, por ejemplo, ampliar la seguridad de los reclamantes de restitución de tierras y reducir la criminalidad común. El cese al fuego por parte de las guerrillas exige también acelerar la identificación y erradicación del fuego diferido hacia el futuro, pues no son otra cosa las minas antipersonales que han sembrado profusamente en el territorio.
El cese al fuego en sentido amplio exige también al Gobierno cambiar los parámetros de su estrategia de seguridad, para excluir definitivamente las hostilidades contra las organizaciones sociales que son perseguidas como afines a los intereses de las guerrillas.
Como el país está lleno de otras organizaciones de violencia distintas a las guerrillas, la verificación del cese al fuego bilateral es imposible. El compromiso mutuo consiste en restringir sus hostilidades armadas contra los adversarios y contra la población, para verificar la paradoja de que debilidad es fortaleza, que el Estado puede desactivar con mayor eficacia la violencia guerrillera absteniéndose de atacarla, mientras se concentra en recuperar plenamente el control territorial en defensa de la población.
* Alejandro Reyes Posada
Alejandro Reyes Posada | Elespectador.com
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